Las matemáticas de “El hombre del renacimiento”.

Ponente(s): Edoardo Isaias Sanchez IbaÑez
Si tuviéramos que elegir un representante que encarne el espíritu del humanismo renacentista, sería sin duda Leonardo da Vinci, el “homo universalis" del renacimiento, si bien es conocido por sus obras de arte, incursiono en diversos campos de la ciencia, dentro de ellas las matemáticas. El método científico de Leonardo se basaba fundamentalmente en la observación, “la ciencia fue el capitán, la práctica fue el soldado". Leonardo intentó comprender los fenómenos escribiéndolos e ilustrándolos con mucho detalle, no insistiendo demasiado en las explicaciones teóricas. Su geometría es más propia de un ingeniero o constructor de máquinas, que de un teórico. Uno de los amigos cercanos de Leonardo en la corte de Milán fue Luca Pacioli, un gran tutor, que le enseñó las sutilezas y las bellezas de la geometría de Euclides y trató de enseñarle, con menos éxito, cómo multiplicar cuadrados y obtener raíces cuadradas. La cultura matemática de Leonardo era fundamentalmente práctica, con deficiencias en el uso de la aritmética, pero con algunos conocimientos de la geometría euclidiana, de perspectiva y de mecánica. Curiosamente, Leonardo comienza su Trattato della pittura con la siguiente frase: “Que no lea mi libro quien no sepa matemáticas" Es así que se expondrá un problema en específico que era de especial interés para él, la simetría en la construcción, específicamente en cúpulas de iglesias, problema al cual dio solución, el cual más adelante, muchos años después, con el uso del lenguaje de la teoría de grupos, se le caracterizaría como las simetrías en el plano de un grupo con punto fijo.